Vivir de acuerdo con nuestros valores
El renombre y el prestigio sin comparación del que Patek Philippe disfruta entre los buenos conocedores no se debe sólo a la perfección de los relojes y a los recursos de conocimiento y maestría artesanal atesorados en sus talleres. Esta indiscutible supremacía tiene también su origen en el tesón con que la empresa lleva a la práctica su filosofía de excelencia, desde su fundación en 1839. Ese espíritu está plasmado en los valores que siempre han representado la esencia misma de Patek Philippe y que continuarán haciéndolo en generaciones venideras.
Antoni Patek comenzó haciendo relojes de bolsillo en 1839 en Ginebra, junto con su colega polaco Franciszek Czapek. Se separaron en 1844 y en 1845 Patek se unió con el relojero francés Adrien Philippe. En 1851, se fundó Patek Philippe & Co.
En 1868, Patek Philippe hizo su primer reloj de pulsera. Han sido pioneros en el calendario perpetuo, en dos segundos, cronógrafo y repetidor de minutos en los relojes. La compañía fabricó los primeros relojes de cuarzo e incluso un reloj de pulsera digital.
Desde sus inicios, Patek Philippe ha estado comprometido con la continuidad del arte relojero tradicional Ginebrino. Última manufactura independiente de Ginebra en manos de una sola familia, goza de total autonomía en materia de creación, lo que le permite diseñar, desarrollar y fabricar lo que los especialistas coinciden en reconocer como los mejores relojes del mundo.
Un pasado cargado de un saber-hacer excepcional, Patek Philippe cultiva una tradición de innovación coronada con un impresionante repertorio de más de 80 patentes registradas. Con los años, los relojes Patek Philippe han sido usados por un número notable de personas, incluidos los miembros de la realeza.